Una mujer pierde la visión con sólo dos años de edad. Perder la visión es un trauma, pero no lo es tanto cuando ni siquiera te acuerdas de haber visto alguna vez, como le pasa a la protagonista de esta cinta. Pasa el tiempo, la ciencia avanza y le hablan de la posibilidad de volver a ver mediante un trasplante de córneas, algo a lo que ella accede encantada, pues significa tener una nueva vida, una normal. La operación es exitosa y nuestra protagonista vuelve a ver, pero no sólo puede ver el mundo que todos nosotros apreciamos, sino que parece que con las córneas le han trasplantado algo más, pues puede ver más allá. En concreto, además de ver las cosas normales del día a día, ve a unos seres extraños, unos seres que parecen del más allá y que sólo percibe ella, por lo que comienza a tener miedo y quizá incluso piense que habría sido mejor no operarse.
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