En el film Gridiron Gang, Sean Porter es uno de los oficiales de un campo de detención juvenil. A ese campo van los peores delincuentes, muchos de ellos pertenecientes a bandas, lo que hace que la convivencia no sea sencilla.
Porter, junto con sus compañeros, va a tratar de hacer que los chicos cambien. Sabe que todos no van a cambiar, pero se conforma con que algunos reconduzcan sus vidas fuera de la calle y de la delincuencia.
Para que cambien, este oficial crea un equipo de fútbol americano de instituto. En este equipo mete a los delincuentes, que de repente pasan de odiarse a tener que colaborar entre sí para poder ganar los partidos.
De esta forma, el oficial intenta enseñarles valores sobre la vida, sobre todo a que hay que esforzarse y colaborar entre ellos, en lugar de matarse y darse palizas. Muchos chicos aprenderán la lección, y a la vez enseñarán muchas cosas a este oficial, que aprende de ellos.
