Después de sufrir una caída muy desagradable en Nochebuena, el sonriente Jorge pierde el conocimiento y se despierta un año después, sin ningún recuerdo del año pasado. Pronto se da cuenta de que está condenado a seguir despertando la víspera de Navidad después de la víspera de Navidad, teniendo que lidiar con las consecuencias de lo que su otro yo ha hecho los otros 364 días del año.