El gran magnate de los medios de comunicación Elliot Carver tan sólo precisa hacerse con los derechos de emisión en China para completar su emporio global. Para conseguirlo desarrolla un maquiavélico plan para hacer estallar una guerra entre Gran Bretaña y China, mediante el hundimiento de un buque de guerra inglés. James Bond se embarcará en una misión contrareloj para descubrir quién está detrás del peligroso incidente.
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